Último Informe PISA: los peores resultados académicos para España

En la reciente publicación del Informe PISA (correspondiente a 2022), España ha recibido una noticia preocupante: los estudiantes de 15 años han experimentado un declive significativo en todas las áreas evaluadas, alcanzando los peores resultados académicos de su historia, especialmente en Matemáticas y Ciencias.

Aunque algunos podrían apresurarse a atribuir este descenso únicamente a la pandemia de COVID-19, el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sugiere que hay factores más profundos que contribuyen a este fenómeno.

Caída en matemática, lectura y ciencia

En comparación con ediciones anteriores del informe, España ha caído 15 puntos en Matemáticas, 22 puntos en Lectura y ocho puntos en Ciencias desde 2015. Este descenso no puede atribuirse completamente a las perturbaciones causadas por la pandemia, según la OCDE.

Último Informe PISA: los peores resultados académicos para España

Expertos consultados señalan que la proporción de estudiantes mediocres ha aumentado en la última década, mientras que la excelencia académica ha disminuido, situando a España en una posición desfavorable en comparación con sistemas educativos exitosos como el japonés.

Menos alumnos excelentes y más mediocres

La excelencia académica es un elemento crucial para entender las disparidades. En naciones como Japón, un 23% de los estudiantes son considerados brillantes, mientras que en España, este porcentaje es solo del 5%.

Este déficit de alumnos sobresalientes se traduce en un desequilibrio significativo, con un 28% de estudiantes mediocres, lo que contribuye a la pérdida general de calidad educativa. El filósofo y pedagogo Gregorio Luri resalta esta brecha y sugiere que la diferencia radica en la preferencia por la pedagogía del conocimiento en lugar de la pedagogía emocional.

Cataluña se desploma en matemáticas

El análisis del rendimiento académico también se extiende a nivel regional, revelando caídas considerables en áreas específicas. Cataluña, por ejemplo, ha perdido 31 puntos en Matemáticas desde 2015, equivalente a un curso y medio escolar de retraso.

Del mismo modo, el País Vasco ha experimentado una disminución de 25 puntos en Lectura, equivalente a casi un curso completo. Esto sugiere que los desafíos no son uniformes en todo el país y pueden estar relacionados con factores específicos a nivel regional.

Padres desentendidos, entre otras causas

Una de las causas sugeridas por el informe es la disminución en la implicación de los padres en el aprendizaje de sus hijos. La proporción de padres que iniciaron conversaciones con los profesores sobre los resultados académicos de sus hijos ha disminuido del 54% en 2018 al 46% en la actualidad.

La OCDE destaca que los sistemas educativos con una mayor participación de los padres tienden a mostrar resultados más estables o mejores en Matemáticas. Esta observación resalta la importancia de la colaboración entre padres, educadores y estudiantes para mejorar los resultados académicos.

Otro factor destacado en el informe es la relación entre el uso de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y tabletas, y el rendimiento académico.

Mientras que la integración intencional de la tecnología en la educación se asocia positivamente con el rendimiento de los estudiantes, el uso recreativo de dispositivos, especialmente smartphones, se ha identificado como una fuente de distracción en el aula.

Más pantallas, más distracciones

El 33% de los estudiantes españoles admite distraerse con pantallas en la mayoría de las clases de Matemáticas, un porcentaje superior al promedio de la OCDE (30%) y significativamente mayor que en países asiáticos que han mejorado en los últimos años.

La distracción digital no solo afecta la concentración de los estudiantes, sino que también está vinculada a un rendimiento académico más bajo.

La OCDE destaca que los estudiantes que se distraen con dispositivos electrónicos obtienen puntajes 15 puntos más bajos en los exámenes de Matemáticas de PISA en comparación con aquellos que no se distraen. Esto equivale a tres cuartas partes del valor de un año académico.

El informe lanza una advertencia sobre la importancia de abordar este problema, sugiriendo que aquellos estudiantes que se distraen menos con las pantallas tienden a estar en entornos donde el uso del teléfono móvil está prohibido en las escuelas.